Nos encontramos en el Bierzo ante una añada marcada por las intensas olas de calor y la fuerte sequía en los meses de verano.
Esta situación tan anormalmente seca (sólo 250 mm de precipitaciones en lo que va de año), nos ha hecho replantearnos la viticultura, en nuestra carrera hacia un modelo de cultivo más sostenible, evitando los deshojados, cambiando el manejo de las cubiertas vegetales, podas, etc.
La parte positiva de esta circunstancia climática, es el estado sanitario de las plantas ya que no ha habido enfermedades criptogámicas y hemos resuelto la campaña con muy pocos tratamientos fitosanitarios.
Ya cerca de la vendimia pudimos observar una maduración algo irregular, otra vez provocada por las altas temperaturas. Si bien es cierto que las pocas precipitaciones de agosto y septiembre ayudaron a sobrellevar la situación y a que las plantas saliesen de su bloqueo.
Una vez realizada la vendimia y con toda la uva en bodega podemos decir que tenemos una cosecha abundante y muy sana. Hemos vuelto a los godellos con cuerpo y grasa de hace dos años, a los que benefician las lías y el tiempo en botella.
En cuanto a los tintos, los jóvenes son muy aromáticos, frescos y frutales, y los de viñas viejas muy concentrados y con buenas aptitudes para crianza.
Además, este año, tenemos sorpresas y nuevas elaboraciones, que verán la luz en unos meses…
(Olga Verde, directora técnica de Godelia).