La poda de respeto busca dar solución a la muerte prematura de las viñas y la propagación de enfermedades de madera. Se trata de una práctica fundamental para el cuidado y mantenimiento de nuestros viñedos de Mencía, Godello y Doña Blanca. Esta técnica de poda es una de las estrategias principales para mantener la sostenibilidad en nuestras prácticas de cultivo.
En primer lugar, es importante entender que la poda de invierno es una técnica fundamental para el desarrollo de los viñedos. La poda en estos meses nos permite dar forma y dirección al crecimiento de las cepas, lo que influye en la calidad de la uva y en la cantidad de producción. Además, la poda también es un factor clave en la prevención de enfermedades y plagas, ya que permite la eliminación de ramas y hojas que puedan estar en mal estado.
No obstante, la poda no es una técnica que se deba realizar de forma indiscriminada. En Bodegas Godelia practicamos una poda de respeto que busca minimizar el impacto ambiental y maximizar el rendimiento de los viñedos a largo plazo. Para lograr esto, se tienen en cuenta varios aspectos:
En primer lugar, se respetan los ritmos naturales de la vid. La poda se realiza en invierno, cuando la planta está en reposo vegetativo, lo que minimiza el estrés para la cepa. Además, se evita la poda en momentos de lluvia o heladas, ya que esto puede dañar la planta y reducir su capacidad de recuperación.
Otro aspecto importante de la poda respetuosa es el cuidado de la biodiversidad. En Bodegas Godelia, se tiene en cuenta el impacto que la poda puede tener en la flora y fauna local. Por ejemplo, se evita la eliminación de árboles o arbustos que puedan servir de refugio o alimento para animales silvestres.
La poda respetuosa también tiene en cuenta la historia y la tradición del viñedo. En el caso de Bodegas Godelia, nuestros viñedos de Mencía, Godello y Doña Blanca tienen una larga historia y son patrimonio ya de nuestra región, el Bierzo. Por eso, se realiza la poda siguiendo técnicas tradicionales y se presta especial atención a la selección de las ramas que se eliminarán y de las que se dejarán para asegurar la continuidad de las cepas más antiguas.
¿Cómo se realiza?
Consiste en respetar los flujos de savia de la planta para que sean continuos y tener los cortes de poda y desecaciones de cortes de poda en la misma zona. De este modo se mantiene un flujo continuo que no cortamos. Respetamos así el crecimiento orgánico de la planta. Se trata de una poda menos estética que la tradicional ya que dejamos trozos de madera de respeto para que la desecación que se cree no interfiera en el sistema vascular de la planta.
Asimismo dejamos yemas de corona que puedan brotar por si surgieran posibles heladas, dejamos más madera y por ende menor riesgo.
En términos de sostenibilidad, la poda respetuosa es fundamental para la preservación de los viñedos y del medio ambiente en general. La eliminación indiscriminada de ramas y hojas puede afectar el equilibrio del suelo y reducir la capacidad de la planta de absorber nutrientes y agua. Además, una poda mal realizada puede debilitar la cepa y aumentar el riesgo de enfermedades y plagas en el viñedo.