Ya lo decía Nina Simone: “el Jazz no es sólo música, es una forma de vida, una forma de ser, una forma de pensar”. Y ¿qué pasa con el vino?, pues con el vino ocurre igual, para Godelia es una forma de entender la vida, de ser y de pensar.

Hoy es el Día Internacional del Jazz, y nosotros, que nos encanta la música, queremos celebrarlo, por eso vamos a descorchar una botella de Godelia Cuvée y disfrutar de sus burbujas mientras degustamos un vinilo de Charlie Parker.

En noviembre de 2011 la UNESCO declaró el 30 de abril como el Día Internacional del Jazz, con el objetivo de sensibilizar al público sobre sus virtudes, ya que no se trata solo de un estilo de música, sino que contribuye a la construcción de sociedades más inclusivas; es una forma de libertad de expresión, rompe barreras, promueve la improvisación, la creatividad y el diálogo cultural.

En Bodegas Godelia nos sentimos profundamente unidos a la música y es un motor importante en nuestras vidas; especialmente al jazz, que es un estilo donde la improvisación y la creatividad en la interpretación son una característica fundamental. Del mismo modo, y en nuestra forma de entender e interpretar la viña, muchas veces también tenemos que dar paso a la improvisación, puesto que dependemos del clima, que a veces es caprichoso y nos “regala” primaveras difíciles con intensas lluvias a destiempo o heladas, por poner algunos ejemplos. Son momentos de tomar decisiones rápidas, que tendrán una incidencia directa sobre el resultado final de nuestros vinos.

Al igual que en el jazz, en la bodega tratamos de interpretar nuestro paisaje a través de las uvas, navegando con todo nuestro talento y creatividad para crear la armonía perfecta entre suelo, uvas, clima y elaboración.

Cada año el clima es distinto, y creamos vinos distintos, ensamblando nuestras mejores uvas como resultado de nuestra pasión. Del mismo modo, cada interpretación de un músico de jazz es distinta y resulta de un ensamblaje de escalas que depende  también de su pasión e imaginación.

Queda claro, que el vino y el jazz son dos expresiones artísticas en las que se ponen a prueba la creatividad, el arte y la improvisación. Ambos llegan a expresiones mucho más elevadas que sólo música o bebida, son esencia y nos alimentan el espíritu. Quizá por eso son tan fascinantes.

Tanto el vino como el jazz son dos placeres que viviremos siempre de distinta forma, dependiendo de nuestras emociones, ¿acaso disfrutamos igual de un vino compartido con alguien especial, que el mismo vino degustado en soledad?  ¿Sentimos igual un cuarteto en vivo que un CD en el reproductor de casa?

Nuestro maridaje para este Día del Jazz confinado es claro, dejad que las burbujas de godello de Godelia Cuvée os llenen el alma y volad al Bierzo con el saxofón de “Bird”.

Comparte en: