Comienza una apasionante misión

El privilegio de contar con una materia prima fuera de serie en nuestras viñas supone también una gran responsabilidad. Por esta razón, merece la pena detenerse un instante para observar, escuchar y sentir. Todo ello, en un intento de comprender la magnitud de la riqueza natural con la que vamos a trabajar, los viñedos del Bierzo. La imperfecta armonía del escenario que tenemos delante está acompañada por un silencio cargado de mensaje.

Solo el viento rompe este silencio, y lo hace para obsequiarnos con aromas fieles a la verdad del paisaje. Llega el momento de hundir las manos en la tierra fértil, la cual nos responde con una caricia de frescor. La humedad es una constante. Lo que sentimos es una tierra viva con mucho que ofrecer. Finalmente, las texturas rugosas de la vid contrastan con la suave piel del tesoro que es capaz de alumbrar.

Los suelos de nuestras fincas poseen aptitudes idóneas para extraer el máximo potencial de cada variedad de uva y elaborar vinos únicos respetando la tipicidad de la zona.